Barcelona, la ciudad en la que me reencontré conmigo misma. Donde maduré, donde crecí emocionalmente. El lugar donde me he expandido como persona, donde encontré a una de las mujeres de mi vida.
Su clima cálido siempre me ha abrazado, desde el primer día que puse mi pie en esta tierra. Enseguida supe que se había colado en mi y a la misma velocidad ocupó la mitad de mi corazón. Su azul, como el de los ojos de mi abuela del alma, siempre me ha iluminado en cada paso y ha logrado que haya descubierto aquí mi felicidad.
Garraf, su costa, inevitablemente unido a mi vida y a mi muerte, pero siempre en positivo y siempre conmigo.
Siempre cerca, pegada a mi.
Que sentimental y nostálgica te nos pones :P. La verdad, dan muchas ganas de visitar Barcelona al leer tus palabras ^^.
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