miércoles, 26 de octubre de 2011

Madrid


La ciudad donde nací, donde me eduqué.
En ella está la mitad de mi corazón, en esas calles amplias y bien iluminadas (siempre me dio miedo la oscuridad), junto a esas ardillas que se cruzan asustadas en los caminos de el Retiro. Situarme el La Cibeles y mirar a mi alrededor hace que me llene por dentro. No sé qué magia es pero cuando estoy allí algo se cuela por mis poros y me hace sentir plena. Siento que es mi lugar y que en él cargo pilas. 



Dicen que “De Madriz al Cielo” y lo comparto plenamente. ¿Será porque es la ciudad en la que he compartido con mi familia esos primeros años tan determinantes en la vida de cada uno? Y ahora que los más importantes “están en el cielo”, de repente, vuelvo a sentir que la necesito más próxima a mi. Es posible que el vacío que han dejado los que ya faltan haga que busque de nuevo lo primario de mi misma. Eso está en Madrid, en mi Madriz.

Nuevos proyectos aparecen ante mi y tengo ganas de vivirlos. No puedo volver la espalda a aquello que la vida me ayuda a construir día a día. Mi padre ha sido determinante en esto último y quiero recogerlo como el último regalo que me ha hecho. El primero fue darme la vida y esto, quizá también lo sea.

Mi caminar empezó en esta ciudad. Mi ciudad. Ahora no quiero pararme porque no quiero vegetar. Voy a seguir adelante.

3 comentarios:

  1. Caminante no hay camino se hace camino al andar...sort!!!

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  2. No hay principio ni final, hoy aquí mañana allá, que te dicta el corazón? Que nueva aventura te deparará el destino? Sabes que eres buena persona y muy profesional. Puedes instalarte donde veas la necesidad, pero algo me dice que tu nacimiento ya te plantó en una ciudad y tarde o temprano allí volverás para regar las raíces que quedaron plantadas tiempo atrás.

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  3. Muy emotiva la entrada :). Me ha gustado, a ver cuando escribes mas cosillas :3.

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